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miércoles, 3 de septiembre de 2014

Anna Brontë novelista


Anne Brontë  (Thorton, Yorkshire del Oeste; 17 de enero de 1820–Scarborough, 28 de mayo de 1849) nació en en el seno de una familia eminentemente novelesca, la de los Brontë, y no sólo porque de ella salieran tres grandes escritoras, sino porque sus vidas y sus circunstancias, hermano Branwell incluido, sirvieron de puntal destacado a sus obras, ya que leer las novelas de las tres hermanas es adentrarse en sus biografías.

Anne era la pequeña y creció junto a los demás, desenvolviéndose en el mundo mágico de esta singular familia en la que la presencia de la muerte de los seres queridos fue una constante desde la infancia -hermanas y madre fallecidas-, marcándolos con un sello indeleble que surge en sus páginas y a través de sus poemas.

En su niñez se inventaron dos mundos a los que denominaron Gondal y Angria y sobre ellos escribían.

Anne cursó estudios en la escuela, preparándose para ser una institutriz, única salida de la época para las mujeres que querían, o no tenían otro remedio, que trabajar si conseguir un marido no era su objetivo.

A los 19 años, entró de institutriz con la familia Ingham en Blake Hall, pero se encontró con unos niños ingobernables y consentidos a los que no le permitían educar con la disciplina que precisaban, y se marchó por propia voluntad, un tanto frustrados sus ideales educadores.

Esta decepcionante experiencia fue luego inspiración para su primera novela Agnes Grey.

Después Anne entraría de nuevo como institutriz, esta vez en casa del reverendo Edmund Robinson en Thorp cerca de York, repitiéndose, con las niñas, los mismos problemas que en el anterior desempeño de su labor docente, aunque en esta ocasión, pudo no sólo dominar a sus alumnas Bessy y Mary, sino que consiguió que las niñas le tomaran verdadero afecto y no la olvidaran nunca.

La corta vida de Anne Brontë, desprovista de todo elemento romántico amoroso, se desliza melancólica entre sus clases, sus novelas, sus paseos por la playa de Scarborough en vacaciones, y el cuidado obsesivo que tenían las tres hermanas, Emily, Charlotte y Anne, por Branwell el niño mimado de la familia a quien se le toleraba cualquier cosa.

En el caso concreto de Anne, ella compartió con su hermano la enseñanza de los niños de la familia del reverendo Robinson. Lo introdujo personalmente allí con objeto de que diera clases de música al pequeño Edmund con el resultado desastroso de que Branwell se enamoró de Lydia Robinson, la madre de su discípulo. La pasión, que duró dos años y medio, ocasionó un verdadero drama familiar para los Brontë -por no hablar ya de los Robinson-: Branwell se dio a la bebida y al opio, sin posibilidad de enmienda.

El alcoholismo del joven Branwell serviría, no obstante, para que Anne escribiese la novela La inquilina de Wildfell Hall, criticada en su tiempo incluso por la propia Charlotte por considerarse que no era "apropiada", debido a la crudeza del tema, como literatura femenina.

La unión entre las hermanas Brontë se evidencia en que juntas hicieron muchas cosas, planearon el montar una escuela, escribieron poemas que luego presentarían bajo seudónimo masculino de Currer, Ellis y Acton Bell. Del librito de poesía se vendieron escasos ejemplares, mientras que de las novelas que publicaron sólo Jane Eyre de Charlotte conoció las mieles de la popularidad. Cumbres Borrascosas de Emily fue prácticamente anatemizada; Agnes Grey de Anne, aceptada; y muy mal vista La inquilina de Wildfell Hall, la segunda novela de Anne, de la que ahora, sin embargo, comienza a hablarse apreciativamente debido a la alta calidad descriptiva de una situación muy delicada y magistralmente escrita: la influencia del alcoholismo en las vidas de quienes directa o indirectamente lo sufren.


El 24 de septiembre de 1848 muere Branwell a los 31 años; Emily no tarda en seguirle a la tumba y Anne también abandona este mundo el 28 de mayo de 1849.

Los tres murieron de tuberculosis, complicada con otras cosas en el caso del hermano. Branwell no parece poseer vida propia si no es en colaboración con la de sus famosas hermanas, quienes se sirvieron de él para inspirarse: un hombre caprichoso, violento, colérico, débil de carácter y apasionado, siempre egoísta y manipulador, y del cual han quedado unos cuantos retratos hechos a las Brontë, ya que también revelaba una cierta veta artística.


Los postreros días de Anne Brontë fueron tan románticos y tristes como cabía de esperar; fue apagándose como una vela y sus últimas palabras, dedicadas a la superviviente, que no se separaba de su cabecera, son estas:

-Ten valor, Charlotte, ten valor....

Anne Brontë reposa enterrada en Scarborough, un bello lugar costero que ella amó intensamente por haber vivido en él los momentos más felices de su breve existencia.




La figura de Anne Brönte, la más pequeña de las hermanas es quizás la más desconocida. Ensombrecida por la prolífica carrera y arrolladora personalidad de Charlotte y el éxito de Emily con la inolvidable Cumbres Borrascosas, la obra y personalidad de Anne, tan diferente de sus hermanas, tendieron a pasar más injustamente desapercibidas.
Anne tenía sólo tres meses cuando la familia se mudó a Haworth y 20 meses cuando su madre  murió, quedando a cargo, como sus hermanas y su hermano, de su padre y de la tía Branwell. Su salud delicada y su asma crónica provocaron que no acudiese a la misma escuela que sus hermanas sino que, con la ayuda de su tía, y gracias a la biblioteca de su padre, aprendiera en casa todos conocimientos necesarios que le permitirían en el futuro ganarse la vida como institutriz.
Es inevitable encontrar en la personalidad y obra de Anne una enorme influencia de la sobreprotección de su tía, aunque es posible que la extrema religiosidad de ésta tuviera mucho que ver en los conflictos espirituales que tuvo Anne en su juventud, y que tan bien se reflejan en el personaje de Helen Huntingdon de The Tennant of Wildfell Hall, obra cuya temática la propia Charlotte censuró en su momento por considerar que expresaba con demasiada crudeza la situación personal de la protagonista.


Como el resto de sus hermanos, participó activamente en los relatos y vivencias del  mundo imaginario que ellos mismos crearon, Juvenilia, y sus reinos Gondal y Angria. Anne y Emily, su hermana, mejor amiga y confidente siempre prefirieron el más gentil mundo Gondal como refugio, creando allí sus alter egos frente al mundo de Angria, preferido por los dominantes Charlotte y Branwell. En este mundo imaginario lleno de reyes y reinas, soldados, damas y caballeros, las hermanas aprendieron a escribir relatos y en ellos se fraguaron muchos de los personajes que, años más tarde, serían los protagonistas de algunas de sus novelas más conocidas.
A los 16 años Anne dejó la casa familiar por primera vez para acudir como alumna a la escuela en la que Charlotte estaba empleada como profesora. Los dos años que estuvo en la Roe Head School fueron su única educación formal, ya que al contrario que sus hermanas no se fue a Bruselas a completar sus estudios, probablemente porque ya había encontrado trabajo como institutriz.

http://laurabesley.blogspot.com/2012/03/tenant-of-wildfell-hall-by-anne-bronte.html
http://lacasavictoriana.wordpress.com/2012/06/02/anne-bronte/
http://es.wikipedia.org/wiki/Anne_Bront%C3%AB
http://carmenyamigos.blogspot.com/2013/02/agnes-grey-de-anne-bronte.html

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HH

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