Acerca de nosotras ·

domingo, 20 de abril de 2014

Heroínas de Sálvora



Cipriana Crujeiras, Josefa Parada, Cipriana Oujo Maneiro y María Fernández Oujo son para la mayor parte de los barbanzanos personas anónimas, como tantas otras que viven o vivieron en la comarca. Pero estos nombres son especiales, corresponden a las Heroínas de Sálvora, cuatro mujeres que hicieron historia cuando, en pleno invierno del año 1921, decidieron desafiar a un mar revuelto y capitanearon el rescate de los náufragos del buque correo Santa Isabel , que se hundió en las inmediaciones de la isla de Sálvora. Pese a que su labor fue reconocida a nivel nacional y le valió a Ribeira para hacerse con el título de Muy Noble, Muy Leal y Muy Humanitaria Ciudad, la tierra que las vio nacer todavía tiene con ellas una deuda pendiente: garantizar que su hazaña se perpetúe mediante un monumento, una calle o una plaza en su honor.

La historia de las Heroínas de Sálvora empezó a escribirse la tarde del 20 de diciembre de 1921 en Cádiz. Allí, el Santa Isabel iniciaba la que sería su última travesía poniendo rumbo al norte por el océano Atlántico. Tal y como estaba previsto, el buque correo hizo escalas en Vigo, Bilbao, Santander y A Coruña hasta completar un pasaje de casi 270 personas. Tras pasar en la ciudad herculina el Año Nuevo, el trasatlántico partió hacia Vilagarcía. En el cuaderno de ruta figuraba una segunda parada en el puerto vigués antes de regresar al punto de partida, donde los pasajeros tenían previsto embarcar en el vapor Reina Victoria Eugenia , que se dirigiría a Uruguay y Argentina.

Pero esta última parte del trayecto nunca llegó a materializarse. Poco después de la medianoche del fatídico 1 de enero, un fuerte temporal llevó a los responsables del barco a tomar la decisión de resguardarse en el interior de la ría de Arousa. Pero el feroz viento y las grandes olas provocaron que, en las inmediaciones de la isla de Sálvora, la popa del Santa Isabel montara sobre las rocas de Pegar. Pese al esfuerzo por parte de los miembros de la tripulación, el trasatlántico empezó a hundirse de proa con rapidez.

Fue hacia las cinco de la madrugada cuando llegaron a la aldea que por aquel entonces estaba habitada en Sálvora las primeras noticias del naufragio. La casualidad quiso que esa noche hubiera apenas 25 personas en la isla. El resto se habían desplazado a Ribeira para festejar el Año Nuevo y el temporal había imposibilitado su regreso. Solo los niños pequeños, los ancianos y algunos matrimonios optaran por permanecer en sus casas.


Todos despertaron con el alarido de los perros y los gritos de alerta del farero y, sin pensárselo dos veces, corrieron hacia el lugar en el que había encallado el vapor. Pese al mal tiempo, tres dornas se dirigieron al lugar del suceso. En una viajaban José Parada, Manuel Caneda y Francisco Oujo; en otra, Josefa Parada, Cipriana Oujo y María Fernández; y a la tercera se subieron José Oujo y Cipriana Crujeiras.

La dorna tripulada por las féminas realizó varios viajes entre el punto en el que se estaba hundiendo el buque correo y la isla. La valentía de las aldeanas propició que medio centenar de náufragos salvaran su vida agarrándose a los costados de la embarcación.

Las cuatro fallecieron ya, pero el hijo de una de ellas, José Insua Oujo, recuerda todavía algunos de los detalles que le contó su madre, Cipriana. Asegura que ella nunca se vio como una heroína: «Todas elas estaban afeitas ao mar, porque vivían na illa, onde se dedicaban a traballar as terras. Cando tiveron noticias do naufraxio, non o pensaron dúas veces, colleron as embarcacións e saíron ao encontro daqueles que precisaban a súa axuda».

El hijo de una de las heroínas de Sálvora tiene que echar mano de un libro que el periodista e historiador Xosé María Fernández Pazos escribió en 1998 sobre la tragedia del Santa Isabel para refrescar su memoria. Pese a la demostración de coraje y valentía de estas cuatro mujeres, su historia pasa desapercibida para numerosos barbanzanos, sobre todo para las nuevas generaciones.

Ni siquiera en la tierra que las vio nacer y que fue testigo de su hazaña hay un elemento que se encargue de dejar para siempre constancia de que cuatro mujeres ayudaron a escribir buena parte de la historia antigua de la ciudad ribeirense.

M.X. Blanco .

El colegio de Aguiño está hoy 09 de abril de 2014,  un poco más cerca de rendir homenaje a las mujeres que socorrieron a los ,náufragos del Santa Isabel aquella fatídica noche de 1921. El Consello Escolar ha aprobado la propuesta del claustro para que el centro pase a la llamarse Heroínas de Sálvora, después de que en las últimas semanas se iniciara una campaña para informar a padres y alumnos.
RAQUEL IGLESIAS


http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2008/10/19/0003_7237051.htm
http://suicidiogallego.blogspot.com/2011/03/los-vecinos-de-la-isla-de-salvora-y-muy.html
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/barbanza/2014/04/09/concello-escolar-aprueba-colegio-aguino-pase-llamarse-heroinas-salvora/00031397060954215874761.htm

No hay comentarios:

Publicar un comentario

HH

Más